lunes, 5 de octubre de 2015

Espíritus que viven en las rocas

El animismo hace que las personas teman venganza de los Espíritus que viven en las rocas, en las montañas, en los árboles, en el viento, la lluvia, el fuego, y otros elementos de la tierra. Este temor hace que ofrezcan sacrificios vivos al Sol como un Dios con el fin de liberarse de este acecho de los espíritus.


jueves, 20 de agosto de 2015

Emma Sánchez Montañés

Universidad Complutense de Madrid
sitka@ghis.ucm.es

Líneas de investigación
  • Antropología del arte, arte indígena americano, arte popular americano
  • Culturas indígenas de América del Norte
  • Culturas nativas de la Costa Noroeste: mowachaht, nuu-chah-nulth, kwakiutl 
Perfil
Es arqueóloga y antropóloga. Ha realizado numerosos trabajos arqueológicos en Perú, Ecuador, Guatemala y México y es autora de diversos libros sobre arte indígena americano. Desde finales de la década de los 80 se ha centrado particularmente en la enseñanza del arte y las culturas nativas norteamericanas. En la década de los 90 ha dirigido los únicos proyectos españoles de investigación etnográfica en la costa noroeste norteamericana. Actualmente se encuentra investigando sobre las culturas nativas del Pacífico Norte a través de las fuentes españolas de finales del siglo XVIII, centrándose en temas relacionados con el antiguo sistema de clases sociales y con el arte tradicional, temas sobre los que ha publicado diversos trabajos en revistas nacionales e internacionales. Desde 1990 hasta 2011 ha dirigido la Revista Española de Antropología Americana.

Autora de múltiples Publicaciones

sábado, 4 de julio de 2015

El Animismo detrás de toda idea religiosa

Las religiones admiten la existencia de Fuerzas, Poderes, Voluntades y Decisiones que trascienden lo Humano. Sin embargo, para alcanzar superar el propio nivel evolutivo no alcanza con la simple obediencia religiosa.  Se requiere de disponer una actitud más esforzada, comprometida y combativa contra tu propia mentira, tu propia ignorancia y tu propio error.
Y cuanto más luches, más enemigos o 'demonios' se te antepondrán.
La Paz sólo es para el débil, o el flojo.

Filosofía Perenne

El Animismo forma la base de la verdad en los múltiples sistemas de pensamiento religioso, filosófico y científico del mundo y se remonta a los tiempos más lejanos de nuestro pensamiento.

Cicerón, por ejemplo, hablando sobre la existencia del alma tras la muerte, menciona que no solo tiene de su parte la autoridad de toda la antigüedad, sino también las enseñanzas de los Misterios Griegos y de la naturaleza, pero que "estas cosas datan de antiguo y tienen, además, la aprobación de la religión universal" (Tusculan Disputations, C.F. Yong, trnas., George Bell & Sons, 1904, Libro I, XII-XIV.

Fue sin embargo el filósofo alemán del siglo XVII, Leibniz, quien popularizó la frase latina Philosophia Perennis. La empleó para describir lo que necesitaba para completar su propio sistema. Este debía ser un análisis ecléctico de la verdad y la falsedad de todas las filosofías, antiguas y modernas, por el cual "se debería retirar el oro de la escoria, el diamante de su mina, la luz de las sombras; y esto sería en efecto, un tipo de filosofía perenne".
Con similar ánimo, Ammonius Saccas, fundador de la escuela de Teosófica Ecléctica de Alejandría en el siglo III d.C. e inspirador de Plotinus y del movimiento Neoplatónico, persiguió el propósito de reconciliar las diferentes filosofías religiosas.

Leibniz, no obstante, no reivindicó la invención de la frase. Dijo haberla encontrado en los escritos de un teólogo del siglo XVI, Augustine Steuch, a quien consideraba como uno de los mejores escritores cristianos de toda época. Steuch describió la Filosofía Perenne como la verdad absoluta original revelada y hecha asequible al hombre antes de su caída, completamente olvidada en este lapso y solo gradualmente recuperada en forma fragmentada en la historia subsecuente del pensamiento humano.

El Cristianismo Ortodoxo, era según su punto de vista, su restauración más pura y la historia de la redención incluye la larga búsqueda de esta sabiduría ("Perennial Philosophy", Dictionary of the History of Ideas, Philip P. Wiener, ed. Charles Scribners Sons, 1973, III, 457-63).

Antes de Steuch, no hay, según mi conocimiento, ninguna mención del termino Philosofia Perennis aunque se encuentran en escritos anteriores frases similares, expresando esencialmente la misma idea. La más notable de ellas es "la sabiduría perenne de Dios" – "theosophia perennis" en textos latinos.

Mas recientemente, hace unos cuarenta años, Aldous Huxley compiló una antología de las tradiciones religiosas y místicas del mundo que describe muchos rasgos comunes a esta "filosofía de las filosofías". En su prefacio, la define como sigue:

El ANIMISMO es la metafísica que reconoce una Realidad Superior al mundo de las cosas, de las vidas y de las mentes; la psicología que reconoce la posibilidad del trato coloquial entre el alma y esa otra realidad que la trasciende; la ética que sitúa el propósito final del hombre en el conocimiento del fundamento inmanente y trascendente de todo ser, siendo inmemorial y general.  (Aldous Huxley, The Perennial Philosophy, Harper & Brothers, 1945; p. vii).

Huxley señaló que no se había remitido a los escritos de los filósofos "profesionales" al compilar su libro, sino a unos pocos de aquellos extraños individuos en la historia, que habían elegido cumplir ciertas condiciones: "haciéndose ellos mismos, amantes, puros de corazón y humildes de espíritu", condiciones a través de las cuales tuvieron de primera mano una directa aprehensión de la Realidad Superior. Si no se fuera un sabio o un santo, pensaba, la mejor cosa y más cercana que se debía hacer era "estudiar los trabajos de aquellos que lo fueron y que, debido a que habían modificado su modo de ser meramente humano, fueron capaces de ser algo mas que una mera especie humana con mucho conocimiento" (Ibid., p. ix).

No es tan extraordinario que las enseñanzas centrales de todas las filosofías espirituales principales sean idénticas, aunque las tradiciones estén separadas geográfica y culturalmente y por vastos periodos de tiempo, pues era la misma teosofía o sabiduría divina que fue universalmente divulgada por todos los sabios y maestros, la "misma doctrina secreta, eterna e inagotable" que Krishna impartió eones atrás a Vivasvat (el Sol), y que fue transmitida de época en época y que éste comunicó igualmente a Arjuna, su "devoto y amigo" (Bhagavad-Gita, recensión W.Q. Judge , Theosophicla University press, 1969; 4:1-3).

La presentación moderna más comprensiva de la "theosophia perennis", con pruebas de su difusión a través del mundo en cada época, puede ser encontrada en los escritos de H.P. Blavatsky, en particular en su magnus opus, La Doctrina Secreta, subtitulada "La Síntesis de la Ciencia, Religión y Filosofía". Educada ella misma por estudiosos mas avanzados de la tradición teosófica, escribió que: Las enseñanzas, no obstante fragmentarias e incompletas, contenidas en estos volúmenes, no pertenecen ni a los Hindúes, ni a los Zoroastrianos, ni a los Caldeos, ni a la religión egipcia, ni al Budismo, ni al Islam, Judaísmo o Cristianismo en exclusiva. La Doctrina Secreta es la esencia de todas ellas. Nacidos de ella en sus orígenes, los diversos esquemas religiosos están dispuestos ahora para fundirse en su elemento original, fuera del cual todo misterio y dogma ha crecido, se ha desarrollado y materializado. – J.P. Blavatsky, La Doctrina Secreta I, viii.

A parte de elaborar las enseñanzas fundamentales y mostrar su analogía natural, H.P. Blavatsky explica como la secreta "sabiduría de las cosas divinas" fue "revelada" a la humanidad y renovada periódicamente a través de la historia. Haciendo referencia a un hecho histórico con la alegoría de la historia del Jardín del Edén, el mito del fuego prometeico y también la historia hindú del descenso de los manasaputras ("hijos de la mente"), ella describe como, hace unos 18.000.000 años atrás, seres divinos, hombres "perfeccionados" de ciclos anteriores y nativos de esferas de vida cósmica superiores e invisibles, mezclaron una porción de su consciencia con la humanidad naciente, inflamándoles con la inteligencia racional. En este acto de sacrificio y necesidad evolutiva, indeleblemente imprimieron en "la substancia-mente plástica" de la vida de la humanidad, verdades importantes de modo que nunca fueran totalmente olvidadas. Aquí tenemos, también la base de la doctrina de Platón de la Anamnesis ("el no olvido"): el aprender es realmente un proceso de "reminiscencia" – "recuerdo" o "re-descubrimiento", conocimiento primordial embebido en la porción inmortal del alma.

Desde aquel tiempo antiguo, se ha intentado regularmente restituir la tradición-sabiduría en cada parte del globo, por dos razones: primera, a causa de las fuerzas erosivas que con el tiempo desfiguran cada presentación, a saber:
1. Enseñanzas originales, comúnmente orales, que se recuerdan imperfectamente o se olvidan, textos que se pierden, copias y traducciones que se editan, cambios de significado de la palabra y la gente que a menudo mal interpreta o pasa por alto puntos esenciales.
2. La humanidad está evolucionando, con necesidades igualmente evolutivas, y cuando el grito del corazón humano colectivo es suficiente, aparece una respuesta de las regiones adecuadas que satisfará las necesidades del ciclo que se está abriendo. Es bien conocido que los Mesías, Avatares, Budas, Profetas y "los instruidos de Dios" de toda nación llegaron como reformadores y transmisores, no como creadores de nada, sino como el "ropaje terreno" de su presentación, tejido con los materiales disponibles.
También hay que hacer notar que los mensajes son raramente conocidos por sus contemporáneos, ni es completamente comprendido el significado de su mensaje. Toda innovación atrae oposición.

Nuestra propia era, como cualquier otra, está llena de "falsos profetas" cuya, a menudo, fascinante mezcla de verdad y error ha despistado a muchos por vías secundarias improductivas e incluso peligrosas. ¿Cómo entonces, nos podemos preguntar, podemos determinar qué es genuinamente del espíritu y qué es paja? Sensiblemente suficiente, aunque requiere perseverancia y un estudio discriminativo, podemos aplicar los test de la perennidad y universalidad: ¿La enseñanza está explícitamente afirmada o supuesta por todos los grandes maestros espirituales del mundo a través de las épocas? Y, lo que es igualmente importante, ¿Lleva en sí el sello del espíritu: su llamada se dirige al lado altruista y desinteresado de nuestra naturaleza?

El Universo, físico y metafísico, es todo una realidad y de acuerdo con la simple lógica solo puede haber una verdad, aunque pueda ser limitada, variada y aparentemente divergente en sus expresiones en el lenguaje humano. La influencia fragmentada de las teologías dogmáticas, de los intentos de arrogar la verdad bajo estandartes de todo tipo, incluyendo aquellos de la ciencia y la filosofía, no pueden afectar al bienestar humano mas que negativamente.

Quizá sea mejor recordar entonces que la mayoría de nosotros no somos nada más que "medio camino" entre la ignorancia y la sabiduría. Si tenemos indicios de las realidades divinas sobre las cuales buscamos completo conocimiento, o si buscamos solo ser una fuerza activa para el bien en el mundo, pero necesitamos una filosofía que pueda ayudarnos a capear las tormentas de la vida y los momentos de calma, podemos confiar que tal conocimiento existe y que satisface tanto corazón como intelecto. La humanidad no está despojada de la protección compasiva de los dioses y nunca lo ha estado. Ambos, ellos y sus representantes en la tierra, siempre han ofrecido la brújula de la sabiduría amante como la guía más segura para nuestro destino. Siguiendo el curso trazado por estos caminantes avanzados, no solo descubriremos que es verdadero en la vida y que no, sino que nos adecuaremos para expresar las invariables características del espíritu.

El Animismo es la filosofía perenne

El Animismo fue la religión o pensamiento que sostuvieron todos los pueblos de diversas culturas y épocas.
Durante muchísimos miles de años los humanos sostuvieron que la vida era una prueba en la que se debían afrontar dificultades de una manera cada vez más sabia, para evitar la muerte y la disgregación del Espíritu.
Todos los pueblos y culturas del mundo han experimentado y registrado percepciones comparables sobre la naturaleza de la realidad, el ego, el mundo, y el significado y el propósito de la existencia.
Estas similitudes apuntan a unos principios universales subyacentes que forman la base común de la mayoría de las religiones y que quedaron registrados en los Vedas antiguos.

Entre estas percepciones fundamentales están las siguientes afirmaciones:
  • El mundo físico o fenomenológico no es la única realidad; existe otra realidad no-física. El mundo material es la sombra de una realidad superior que no puede ser abarcada por los sentidos, pero el espíritu y el intelecto humano dan testimonio de ello en su más profunda esencia.
  • El ser humano refleja la naturaleza de esta realidad de dos caras: mientras el cuerpo material está sujeto a las leyes físicas del nacimiento y la muerte, el otro aspecto de la existencia humana no está sometido a la decadencia o a la pérdida, y es idéntico al intelecto o al espíritu, que es el núcleo del alma humana.
  • En el occidente moderno este segundo aspecto o realidad ha sido frecuentemente pasado por alto o ignorado, degradándonos y condenándonos a todos al mundo material y a la muerte efectiva.
  • Todos los humanos poseen una capacidad, que sin embargo no es usada y por tanto está atrofiada, para la percepción intuitiva de la verdad última o absoluta y la naturaleza de la realidad. Esta percepción es la meta final de los seres humanos, y su ejercicio y desarrollo son el propósito de sus existencias. Las grandes religiones intentan establecer (o restablecer) la conexión entre el alma humana y esta última y más alta realidad. Dicha realidad, en las religiones procedentes de Abraham (Judaísmo, Cristianismo e Islam), es llamada Dios; Dios es el principio absoluto desde el cual toda existencia es originada y al cual toda existencia retornará. En las religiones no-teístas, tales como Budismo, Jainismo y Taoísmo, lo último o lo absoluto está caracterizado de una manera un tanto diferente. En las religiones indígenas se trata del Gran Espíritu.
De acuerdo con Aldous Huxley, la Filosofía Perenne, que es el Animismo, es la metafísica que reconoce una Realidad divina sustancial al mundo material, a la vida y a las mentes; la psicología que encuentra en el alma algo similar o incluso idéntico a esa Realidad divina; la ética que sitúa el objetivo final del hombre en el conocimiento de la Base Inmanente y Transcendente de todos los seres; lo que es Inmemorial y Universal. El Animismo es la filosofía perenne y se encuentra entre la tradición popular de todos los pueblos antiguos (antidiluviales) en todas las regiones del mundo.

viernes, 3 de julio de 2015

¿Los Espíritus existen?

Los Espíritus son una sustancia, ya que cuenta con los elementos del ser, la potencia, estabilidad, y es objeto de modificaciones (los elementos que conforman la noción de sustancia).
Los Espíritus plasman actos de inteligencia y de libre albedrío, que se llevan a cabo sin la cooperación intrínseca de los órganos de un cuerpo. Por inmortalidad se entiende en términos generales la vida futura del alma después de la separación del cuerpo.
Lo equivalente de los Espíritus dentro de cada uno de nosotros es el Alma.

Cuando se empezó a fundamentar que nosotros no tenemos Alma, y por consiguiente, que los Espíritus no existen:
Algunos escritores, por ejemplo, Kant, sostienen que el alma no es real.
El panteísmo moderno. En la Nueva Inglaterra trascendentalismo (por ejemplo, Emerson, Royce) y la escuela neo-hegeliano que unifica la conciencia humana y divina (por ejemplo, el profesor TH Green);
La escuela de asociacionistas (por ejemplo, Hume, Davis, Höffding, Sully), que sostienen que el alma es sólo un conjunto o grupo de sensaciones, los que enseñan que el alma es sólo la actividad, nada más (Wundt), o "una ola de conciencia "(Morgan);
Agnóstico y la escuela positivista (por ejemplo, Locke, Spencer, James, profesor Bowne, Comte), que afirman que el alma es desconocido e incognoscible, aunque algunos de ellos postulan como objeto de nuestros estados conscientes, la escuela materialista que niega su existencia (por ejemplo Tyndall, Huxley)
Que el alma no es ni espiritual ni inmortal. Moderno materialismo, el positivismo, el agnosticismo y han intentado por todos los medios para establecer esta tesis. Diversas teorías del conocimiento se han propuesto, y los descubrimientos de la ciencia moderna se han citado en su nombre. Recurso ha sido llevado a la psicofísica y hechos tales como la localización de la función, la correlación de pensamiento a la estructura del cerebro, y los resultados de la lesión cerebral. Las teorías de monismo (por ejemplo, la teoría del doble aspecto) y del paralelismo se han de dar cuenta de los actos de la mente y de voluntad.

La Energía Oscura es el equivalente de los Espíritus

La Astrofísica y la Cosmología Física de la Ciencia materialista 'descubrieron' que el Universo está constituido por materia luminosa y energía luminosa y materia oscura y energía oscura.
 La materia luminosa emite radiación electromagnética y es posible detectarla con los medios técnicos actuales
La materia oscura no puede ser detectada de ese modo pero, en cambio su existencia puede ser deducida a partir de los efectos gravitacionales que causa en la materia visible.
La materia visible constituye el 9% de lo que vemos que existe, la materia oscura suma el 21% de la masa-energía del Universo observable y la energía oscura el 70%.[1] 
La materia oscura fue propuesta por Fritz Zwicky en 1933 ante la evidencia de una "masa no visible"[2] que influía en las velocidades orbitales de las galaxias en los cúmulos.
Posteriormente, otras observaciones han indicado la presencia de materia oscura en el universo: estas observaciones incluyen la citada velocidad de rotación de las galaxias, las lentes gravitacionales de los objetos de fondo por los cúmulos de galaxias, tales como el Cúmulo Bala (1E 0657-56) y la distribución de la temperatura del gas caliente en galaxias y cúmulos de galaxias.
La materia oscura también desempeña un papel central en la formación de estructuras y la evolución de galaxias y tiene efectos medibles en la anisotropía de la radiación de fondo de microondas. Todas estas pruebas sugieren que las galaxias, los cúmulos de galaxias y todo el Universo contiene mucha más materia que la que interactúa con la radiación electromagnética: lo restante es llamado "el componente de materia oscura".

La composición de la materia oscura se desconoce, pero puede incluir neutrinos ordinarios y pesados, partículas elementales recientemente postuladas como los WIMPs y los axiones, cuerpos astronómicos como las estrellas enanas, los planetas (colectivamente llamados MACHO) y las nubes de gases no luminosos. Las pruebas actuales favorecen los modelos en que el componente primario de la materia oscura son las nuevas partículas elementales llamadas colectivamente materia oscura no bariónica.
El componente de materia oscura tiene bastante más masa que el componente "visible" del Universo.[3] En el presente, la densidad de bariones ordinarios y la radiación en el Universo se estima que son equivalentes aproximadamente a un átomo de hidrógeno por metro cúbico de espacio. Sólo aproximadamente el 5% de la densidad de energía total en el Universo (inferido de los efectos gravitacionales) se puede observar directamente. Se estima que en torno al 23% está compuesto de materia oscura. El 72% restante se piensa que consiste de energía oscura, un componente incluso más extraño, distribuido difusamente en el espacio.[4] Alguna materia bariónica difícil de detectar realiza una contribución a la materia oscura, aunque algunos autores defienden que constituye sólo una pequeña porción.[5] [6] Aún así, hay que tener en cuenta que del 5% de materia bariónica estimada (la mitad de ella todavía no se ha detectado) se puede considerar materia oscura bariónica: Todas las estrellas, galaxias y gas observable forman menos de la mitad de los bariones (que se supone debería haber) y se cree que toda esta materia puede estar distribuida en filamentos gaseosos de baja densidad formando una red por todo el universo y en cuyos nodos se encuentran los diversos cúmulos de galaxias. En mayo de 2008, el telescopio XMM-Newton de la agencia espacial europea ha encontrado pruebas de la existencia de dicha red de filamentos.[7]
La determinación de la naturaleza de esta masa no visible es una de las cuestiones más importantes de la cosmología moderna y la física de partículas. Se ha puesto de manifiesto que los nombres "materia oscura" y la "energía oscura" sirven principalmente como expresiones de nuestra ignorancia, casi como los primeros mapas etiquetados como "Terra incógnita".[4]